Hoy no recibiré ninguna rosa,
y ese libro que te compré,
lo haré arder a la luz de mi querida Luna,
al fin y al cabo ni lo hubieras leído,
tu desdén por la lectura,
es tan grande como mi amor por ella.
Dicen que los polos opuestos se atraen,
pero cuando ya están más que atraídos,
¿entonces qué?
si uno muere de ganas por salir a pasear,
y el otro quiere pasarse la tarde en el sofá.
Si al final pasas los días de sofá en sofá,
soñando con todas esas cosas que quieres hacer con él,
mientras lloras lágrimas secas,
con miedo a que las vea y huya como los demás,
si la mayoría de lágrimas que derramas son por él,
por ese miedo atroz a que emigre de tu vida,
por el pánico de no volver a ver su cara,
ni su bendecida sonrisa,
ni sus ojos color cielo.
Cuando partió,
su condenado olor me seguía allí donde fuera,
al cerrar los ojos os juro que veía su precioso rostro,
y su inolvidable risa no dejaba de retumbar en mis oídos.
Ahora ya no vivo con su olor pegado a mí,
ni veo su rostro al cerrar los ojos,
siquiera recuerdo como sonaba su risa,
impresiona de lo que es capaz el cerebro cuando algo nos mata.
Todo y eso mentiría si dijera que no le echo de menos,
pero a decir verdad ese sentimiento disminuye día a día,
es la consecuencia de que te rompan el corazón a pedazos,
tan pequeñitos que ni el mejor microscopio los podría encontrar.
Soy demasiada mariposa para tu estómago.
Santiuve - Inventario
"El tiempo invertido, el olvido, la ventaja de estar guay contigo cuando todo daba asco, la esperanza puesta en ambos y 'chas' el chasco"
Que la fuerza de la Luna esté con vosotros,
La Chica de la Luna
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